Encuentro cicatrices cuneiformes
ahuecando la propia existencia,
ya en el vacío de las horas
me han robado todo por decir.
Espero, calma, el siroco de las letras:
un frío ambiguo naciendo en sitios inexistentes.
Finísimo placer con lágrimas de esperanza
y la boca a punto de estallar.
PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 66 DEL 25/10/2005