Hace tiempo,
cuando aun no tenia memoria,
yo, sueño apenas tangible
en ansiosa espera
llegué a vos.
Hace tiempo
cuando aun no tenia memoria
me instalé en tu vientre,
¡y fui semilla!
En tu ser,
paraje inicial de mi existencia,
y principio de todas las cosas
obtuve la vida
que engendraste orgullosa.
Fui tu regocijo y tu adoración.
Hoy,
soy quien ama cada surco
de tu rostro y,
el andar sigiloso,
de tus pies cansados.
Soy el hijo de tus entrañas.
¡ Madre querida!
Paisaje de mi infancia,
soy savia de tu savia…
extensión de tu vida…
¡ Soy fruto de tu amor y constancia!
Madre…
Por todo lo que me has dado …
Quiero darte las gracias.