V
clarines clasificados
una larga cola sobre la calle camargo
camargo al 800
mujeres y hombres en fila desasociegada
la última una joven de unos veintitantos años,
caramba,
la cosa no viene tan mal,
me pongo detrás de ella
e inicio mi tarea:
comienzo preguntándole la hora
aún sabiendo que no tengo ni para un café
PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 87 DEL 15/08/2006