A Enrique Pineda Barnet, silbando la melodía
Él y Ella penetran en su mundo.
Surgen translúcidos
en el viento de la noche
y luego parten entre las brumas.
Ignoran que todo se perderá
según pasan los años.
Avivan el fuego que los consume
y más tarde los convertirá
en cenizas entre el polvo,
acaso ya sólo recuerdo
de estas horas irrepetibles.
PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 94 DEL 21/11/2006