La madera de tu cuerpo

resiste mapas y dilaciones.

La madera de tu cuerpo.

 

Enciendo lámparas,

nazco del fuego,

voy de tu ceja a ceja.

 

Nadie alimenta la negritud de la hora.

Arde la poesía al roce de tus manos.

 

Casa inmune,

la madera de tu cuerpo.

PIERO DE VICARI

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

 

 

 

No he lavado la ropa que tenía

la noche que nos desenvainamos

y desnudos como la miel que cae

de los higos maduros a la siesta,

nos anudamos acuáticamente

como dos lagos o dos gotas de agua

que se juntan innumerablemente.

No voy a lavar esa camisa.

 

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

Reposo mis latidos

 

Reposo mis latidos en el regazo de tu alma

mientras de mis labios salen tantos te amo.

Y así, soltar mis letras, esas que tenía muy cautivas

en el hondo de mi ser , gritarlas al viento

surcando tu cuerpo, bebiendo de tu boca

sintiendo la fragancia de tu piel.

Reposo mis latidos en el regazo de tu alma.

Mientras caminamos por estas calles del placer,

muy juntos, mientras esta ventisca

nos va aprisionando muy lentamente

y quedamos prisioneros en ese acantilado

que nos ofrece la vida , esta vida,

mientras esas siemprevivas  mortecinas ,

alegran nuestro ser , mientras caemos

en esta lluvia templada de nuestra pasión.

Serpenteando caminos, seguiremos

cruzando puentes, escalando montañas

hasta que llegue la noche y esta pasión

caiga como fresa madura ,donde sabremos

con nuestros besos de su dulzor

formando así primaveras radiantes

que ya pronto llega y nos regala su color.

Reposo mis latidos en el. regazo de tu alma

Y en ella me duermo serena y confiada

 

 

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

Inexplicável

 

 

Passo em meus lábios

Um tom dourado

Na face

O tom sem tom

Nos olhos

Um fio preto

Negrito

Minha marca

Mero registro.

Quem sou?

Ninguém me responde...

Quem é essa mulher

Que de suas verdades

Se esconde?

Quem é essa mulher?

Que enfraquecida se faz

Forte, transforma-se em rochas,  em montes...

Quem é essa mulher?

Serei uma estrela?

Um asteróide sem brilho?

Que diante ao espelho

Vive um tremendo martírio?

Quem sou, afinal

Ocultada nessa pele

Fogueada, numa brasa infernal

O que se esconde atrás dessa alma?

Um mito?

Uma linda mulher?

Ou um feroz animal????

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

                                “sand dunes of the white moon” 22

 

 

 

eso que parece una red / una tela de araña / -flameando

en el aire de tu horizonte inmediato - a través de la cual

se transparenta el paisaje -se transformará -paso a paso

en las ramas desnudas --del único árbol --de este arenal

impredecible /de estos médanos de arena amarilla --que

avanzan, se desplazan al atardecer hacia  la luna ----que

comienza a crecer sobre puerto Pirámides

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

 

 

 

Delirios

 

Encontrarte en una mañana de verano
con la misma sonrisa
y los dulces ojos del hombre
que me enamoré.
Y el tiempo nos devuelva
momentos perdidos,
soledades, desencuentros,
se borren las palabras,
que no eran de amor...
sino reproches.
Y mi corazón endurecido
se llene de gozo con cada latido
renovando arterias rotas por el dolor
de tanto olvido.
Cada célula del cuerpo
te disfrute como fruta madura,
agotando mi sed,
mi hambre de vos,
de tus caricias.
Y dejes de ser ese extraño
que de casualidad me crucé en la calle
y cortésmente me devolvió el saludo.

 

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

DECISIÓN

 

 

 

Apresurada la mano que se extiende

buscará en los nudillos repetidos

para asirse sin pena.

 

Se refugiarán sombras

del crepúsculo en llamas.

 

Nada se detendrá

 

ni la piedra que cae

ni la fruta que explota su paciente semilla.

 

Se librará un combate

frente a la incertidumbre.

 

A tientas

            una luz

golpeará la membrana

descubrirá su tenue procesión de columpio

y tensará la cuerda ajustando el abrazo.

 

En un segundo a solas

            decidirá el espejo.

 

 

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

Hechizo, botella, Luna...

 

 

Caminante,

si encuentras esta botella, es porque amas el mar.

Lo sé por ese caracol que tienes

en un rincón de tu leyenda,

ventana de mi mundo al tuyo.

 

No te sientas desnudo ante estas líneas.

Quizás el agua borre muchos siglos.

Sólo espero que esta botella,

moldeada con el mismo barro

con que una vez erigí el mundo,

llegue a su destino.

 

Caminante, hermano,

hijo pálido de sombra inmensa,

te diré mi secreto…

Pero antes deja un beso de sal en la abertura

y lanza la botella al sur,

cuando la luz de la luna se despeñe

entre las rocas.

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

 

 

 

XXV

CARTA DE JOSÉ DE ARIMATEA

A LOS APÓSTOLES

 

“La muerte es la máscara

suprema de la Vida.”

 

A. Modigliani

 

 

Yo vi la muerte

 

Antes de la crucifixión de mi maestro.

 

La vi rondando con sus pasos

 

La quietud de los caminos

 

Y envolver con sus cabellos crispados por el viento

 

Las fisuras de su rostro.

 

Yo vi a esa hermosa adolescente

 

Transitar los naranjales y ovellones,

 

Desfilar los anchos territorios de la acequia y de las sombras.

 

Yo sé que mi Señor

 

Se percató de su presencia

 

¿Cómo no diferenciar el calor de sus leños  y sus ropas?

 

¿Cómo no distinguir su belleza por encima de todas las mujeres?

 

Yo vi la muerte

 

Desfilando por el valle de Cedrón,

 

una música distinta,

 

la vi mecida por la danza de las flores

 

en las afueras de la luna

 

y las cabelleras ondulantes de la tierra.

 

El maestro la miraba,

 

Yo creo que inclusive le sostuvo la sonrisa

 

¿Qué podía ser peor que la traición del apóstol,

 

las negaciones de la piedra

 

o el asesinato de tantos cananeos?

 

Aun en las horas más adversas

 

Mi Señor era capaz de sonreír.

 

Así su alma estuviese contristada,

 

Aquella noche levantó sus brazos en señal de regocijo

 

Y disfrutó la lluvia de tijeretes

 

Que seguían descendiendo

 

Por los valles y los ríos de la noche.

 

Yo vi la muerte

 

Negociando con el Iscariote unos denarios,

 

Vi su rostro infame y bellamente maquillado

 

En el rostro de Anás, Caifás y los saduceos,

 

Vi sus trampas en el Sanedrín

 

Su resistencia en el madero

 

Y en la hendidura de otras superficies.

 

Yo vi la muerte

 

En el lugar que todos conocen como Gólgota o calavera;

 

El espíritu del agua me habló de aquellas intenciones.

 

 

Vi la muerte

 

Y creo que era insoportablemente ciega:

 

-Ciega e inclusive testaruda-

 

Yo llegué a llamarla como novia muerta,

 

Como si sus antorchas fueran mías,

 

Como si se tratara de mi madre

 

O de la dulce volatinera

 

Que yo soñara desde joven.

 

Pero, ¡No!

 

Ella insistía en abrigar al Nazareno;

 

Necia se trepaba en sus húmeros,

 

Tonta gozaba la corona y sus  espinos.

 

Yo hubiese querido escuchar las campanadas de la muerte,

 

El trasegar de las trompetas por los caballos de la muerte,

 

Pero tarde he comprendido

 

Que así la bella adolescente sea ciega

 

Nosotros somos lazarillos

 

Que conducimos sus espejos

 

Por los caminos bifurcados de la vida.

 

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006

BABAS DE LOBO

 

 

 

Correr con furia

hacia el horizonte

con los ojos brillantes

siempre al horizonte móvil,

las uñas gastadas

mientras los recuerdos

buscan vanamente

su sitio,

el aullido en el océano

del mundo,

industrias clausuradas

de la libertad,

vehemencias fugaces,

babas de lobo.

 

PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 91 DEL 09/10/2006