Estiro el cubrecamas
estampado de rosas color crema,
jabón de lavarropas ni perfume
le quitan el olor de tu presencia.
Sacudo las almohadas,
ellas sienten todavía tu cabeza.
Lustro el parqué donde pisaste
descalzo y desnuda tu belleza.
Abro las ventanas invitando
entrar al aire para reemplazar tu ausencia
y me choca en la frente un día precioso
que se niega a mi manía de limpieza.
PUBLICADO EN POEMAS EN AÑIL Nº 88 DEL 29/08/2006